A LA H. ANTONIA ROBLES HERNÁNDEZ
Medina, 20 abril 1897 MF I 141. Autógrafa.
La M. Cándida ha pasado en Tolosa casi todo el año de 1896; circunstancias históricas de aquella fundación han exigido esta estancia prolongada. Allí ha vivido también los cuatro primeros meses de 1897 (cf. DT 4 y 5). Pero el 24 de abril, una carta de Medina del Campo solicitaba su presencia en el acto de los primeros exámenes del nuevo colegio, inaugurado el 7 de septiembre del año anterior. Plenamente disponible a las expresiones concretas del querer de Dios, sea cual fuere el canal de comunicación de esta voluntad, no duda en marcharse, aunque en este momento le suponga una renuncia afectiva honda y fuerte: Juan Miguel Cipitria, que se encontraba en Tolosa hacía algún tiempo, se ha puesto enfermo, y su estado va agravándose progresivamente, sin posibilidad de esperanzas humanas de recuperación. Padre e hija se despiden el 28 de abril en la seguridad serena de que volverán a encontrarse un día en la Patria definitiva (cf. DT 5 p.42-43) En su carta a Antonia Robles, desde Medina ya, le comunica la gravedad extrema de su padre y de una Hermana de la comunidad de Tolosa, y al mismo tiempo la actitud, tan consoladora para ella, de ambos enfermos, “muy conformes y alegres” para ir al encuentro del Señor “cuando él quiera”.