A LA H. NEMESIA MARTÍN ESTÉVEZ
Segovia, 5 julio 1897 MF I 152. Autógrafa.
En un análisis superficial, las expresiones que la M. Cándida emplea en esta carta pueden parecernos sin conexión lógica que marque un orden de prioridad en las ideas. Pero, al parecer en su esencia y leerlas más allá de la materialidad de las palabras, captamos, en el fondo de estos consejos, loa sabiduría de una maestra que conoce bien a su discípula. Parte la M. Fundadora de los conceptos interiorizados probablemente por Nemesia, joven religiosa dedicada al cuidado de las enfermas ya a los quehaceres domésticos. Situándose en su vida sencilla, le hace ver que es ahí –en la fidelidad de las cosas pequeñas, en su día a día- donde ha de vivir la experiencia del Dios presente, que se le comunica en la gratuidad de su don.