A LA H. JOAQUINA GÓMEZ LOMBA
Tolosa, 27 octubre 1905 MF I 278. Autógrafa
Entre los varios asuntos que traga la M. Fundadora en esta carta a Joaquina Gómez, maestra de novicias, sobresale el de la formación en las dos primeras etapas, postulantado y noviciado. Se puede considerar realmente como el tema central de la comunicación: por la importancia que se le da y por la extensión que ocupa en la carta. La M. Cándida revela en sus expresiones el gran internes que tiene en la cuidadosa preparación de aquellas que son el futuro de la Congregación. Explicita claramente el objetivo de este largo proceso de maduración humano-religiosa de la que es llamada a compartir con ella una común vocación en la Iglesia: Llegar a ser verdadera Hija de Jesús, asumiendo en la unidad de su ser las exigencias propias de una vida religioso-apostólica. Marca ciertas características peculiares en la formación de las que empiezan y pone de manifiesto el deseo de que la vida de la Congregación de las Hijas de Jesús refleje fidelidad plena a las exigencias ignacianas, específicas de una forma de vivir la consagración-misión, que el Señor ha querido estuviera presente en la base de su carisma fundacional y con la que experimenta una misteriosa sintonía.