A LA H. FERMINA ALTUNA GARAYALDE
Salamanca, 28 octubre 1907 MF I 293a. Autógrafa.
Es la exigencia evangélica de la humildad la que aparece en todo su realismo en esta carta de la M. Cándida María de Jesús. Y como fundamento de esta actitud pone el amor al Señor y el recuerdo de su pasión redentora, “lo que Él sufrió por nosotros”. Al mismo tiempo que presenta a la destinataria de su deseo de un progreso en la virtud teologal de la caridad y una mayor exigencia ascética, la anima a vivirlas en actitud de alegría; que no deja su contraria, la tristeza, hacer las cosas según el querer de Dios…