A LA H. ANTONIA BELOQUI AYARBE
Salamanca, 19 mayo1911 MF IV 114. No autógrafa. Escrita por Joaquina Gómez y firmada por la M. Cándida.
Junto a otros aspectos no carentes de interés, y en los que vemos, como en otras ocasiones, la postura clara y definida que la M. Cándida asume frente a ellos, hay un tema de fondo, principal y dominante, que penetra y da una tónica especial a toda la comunicación. Estaba ya presente en cartas anteriores, pero se explicita ahora con más amplitud. Nos da a conocer la M. Fundadora en esta carta algo de la plenitud de su realización humano-cristiana, como portadora de un carisma fundacional. Sobre todo, en dos aspectos, ambos relacionados con el momento histórico de la fundación en el Brasil. Resuenan hondamente en su ser los gestos de ofrecimiento de las Hermanas, haciéndola experimentar que la disponibilidad para la misión, con todas las exigencias y el rico contenido espiritual que comporta, está viva y actuante en aquellas que han sido llamadas a compartir con ella la misma vocación en la Iglesia. En el interés con que las comunidades acogen y comentan las primeras noticias de la fundación en Pirenópolis, intuye que la Congregación se va fortaleciendo como un cuerpo que existe para la misión; un cuerpo en el que la misma savia de vida circula por todos los miembros y en el que todos se sienten corresponsables en colaborar para la vitalidad del todo y de cada parte ; y presiente que en este cuerpo la dispersión provocada por el envío a lejanas tierras no romperá la unidad, sino que la consolidará en la medida en que se intensifique el sentido de pertenencia. Estos sentimientos dan a la carta un tono de emocionada alegría y de gratitud al Señor por la experiencia de su don.