A LA H. ANTONIA ROBLES HERNÁNDEZ
Peñaranda, 10 junio 1898 MF I 186. Autógrafa.
En su deseo de ver extendida la Congregación por todo el mundo, como un eco de su “Al fin del mundo iría yo en busca de almas”, está latente el anhelo de hacer mucho bien en todos en nombre de Dios.